Per­spec­ti­vas y desafí­os de la trans­for­mación de los sis­te­mas ali­men­ta­ri­os en Cuba

By Published On: Dezem­ber 16, 2022Cate­go­ries: Agrar­wirt­schaft

Con la Ley de Soberanía Ali­men­ta­ria y Segu­ri­dad Ali­men­ta­ria y Nut­ri­cio­nal, se evi­den­cia de la vol­un­tad polí­ti­ca del país de seguir des­ar­rollan­do su sec­tor agro­ali­men­ta­rio de for­ma sos­teni­ble, garan­ti­zar la segu­ri­dad ali­men­ta­ria y mejo­rar la nut­ri­ción de las cuba­nas y cubanos.

Des­de el pasa­do mes de octub­re ent­ró en vigor la Ley de Soberanía Ali­men­ta­ria y Segu­ri­dad Ali­men­ta­ria y Nut­ri­cio­nal, un paso más en el cami­no a for­tale­cer el der­echo a una ali­ment­a­ción sana y adecua­da de la pob­la­ción en Cuba, reco­no­ci­do por los artí­cu­los 77 y 78 de la Con­sti­tu­ción de la República.

La nor­ma instru­men­ta­li­za jurí­di­ca­men­te el Plan Soberanía Ali­men­ta­ria y Edu­ca­ción Nut­ri­cio­nal de Cuba, pri­me­ro de su tipo en la his­to­ria nacio­nal apro­ba­do por el Con­se­jo de Minis­tros en julio de 2020, y fue resul­ta­do de un amplio pro­ce­so par­ti­ci­pa­tivo en el que inter­vi­nie­ron diversos acto­res vin­cu­la­dos con la pro­duc­ción, trans­for­mación, comer­cia­li­za­ción y con­su­mo de ali­ment­os, gobier­nos, ent­i­d­a­des de la Admi­nis­tra­ción Cen­tral del Estado y la socie­dad civil.

 La Ofi­ci­na de la FAO en Cuba, a tra­vés del proyec­to de cola­bora­ción For­tale­ci­mi­en­to de polí­ti­cas para la segu­ri­dad ali­men­ta­ria sos­teni­ble en Cuba (POSAS), y el pro­gra­ma Impac­to, Resi­li­en­cia y Trans­for­mación para la Segu­ri­dad Ali­men­ta­ria Sos­teni­ble” (FIRST), ambos finan­cia­dos por la Unión Euro­pea, ha brind­ado asis­ten­cia téc­ni­ca a su pro­ce­so de con­s­truc­ción e imple­ment­a­ción, como un impul­so a la nece­si­dad de trans­for­mar los sis­te­mas ali­men­ta­ri­os para que sean más efi­ci­en­tes e inclu­si­v­os, y con­tri­bu­yan a la soberanía ali­men­ta­ria y el des­ar­rol­lo sostenible.

Cuba ha imple­men­ta­do un amplio núme­ro de polí­ti­cas que con­tri­buy­en a garan­ti­zar la segu­ri­dad ali­men­ta­ria de la pob­la­ción, pero el país dedi­ca alre­de­dor de 2 mil mil­lo­nes de dóla­res anua­les a la import­a­ción de ali­ment­os; suf­re el impac­to de una degrad­a­ción pro­gre­si­va de sus recur­sos natu­ra­les para la pro­duc­ción ali­men­ta­ria (sue­lo, agua y bio­di­ver­si­dad), y enf­ren­ta difi­cul­ta­des en el con­tex­to actu­al para la pro­duc­ción, trans­for­mación y con­ser­va­ción de alimentos.

Por ello se enfo­ca en cua­t­ro gran­des desafí­os: dis­mi­nuir la depen­den­cia de las import­a­cio­nes de ali­ment­os e insu­mos, eli­mi­nar las pérdi­das y desper­di­ci­os, orga­ni­zar los sis­te­mas ali­men­ta­ri­os loca­les, y movi­li­zar los sis­te­mas edu­ca­cio­na­les, de la cul­tu­ra y de la comu­ni­ca­ción, para for­tale­cer la edu­ca­ción ali­men­ta­ria y nut­ri­cio­nal. Acom­pa­ña a estos retos una mira­da a los enfo­ques de géne­ro y genera­cio­nal, en respues­ta a fenó­me­nos como la esca­sa atrac­ción de la agri­cul­tu­ra para la juventud y la exis­ten­cia de brechas que limi­tan la incor­pora­ción de las muje­res al campo.

Tres temas cen­tra­les de la agen­da del Plan SAN han sido posi­cio­na­dos por el pre­si­den­te de la Repú­b­li­ca Miguel Díaz-Canel Ber­mú­dez en el país: la nece­si­dad de pro­mo­ver la inter­sec­to­ri­al­i­dad como con­di­ción esen­cial para lograr soberanía ali­men­ta­ria y la edu­ca­ción nut­ri­cio­nal; de poner el cono­ci­mi­en­to y la cien­cia al ser­vicio de la pro­duc­ción de ali­ment­os; así como la importancia de for­tale­cer la estra­te­gia de des­ar­rol­lo ter­ri­to­ri­al, des­cen­tra­liz­an­do y dan­do mayor auto­no­mía a los muni­ci­pi­os, como esla­bón indis­pensable para el avan­ce de la nación.

La Ley SSAN per­mi­tirá regu­lar la orga­ni­za­ción de los sis­te­mas ali­men­ta­ri­os loca­les que arti­cu­lan la pro­duc­ción, trans­for­mación, comer­cia­li­za­ción y el con­su­mo de ali­ment­os, así como cues­tio­nes gene­ra­les sob­re la garan­tía de la cali­dad e ino­cui­dad en las cade­nas ali­men­ta­ri­as. Asi­mis­mo, estable­cerá las estra­te­gi­as y medi­das para la pre­ven­ción y dis­mi­nu­ción de las pérdi­das y desper­di­ci­os en las eta­pas de cosecha, post-cosecha y comer­cia­li­za­ción y paut­ará las obli­ga­cio­nes de acto­res de los sis­te­mas ali­men­ta­ri­os en la comer­cia­li­za­ción y trans­for­mación de alimentos.

La polí­ti­ca de Des­ar­rol­lo Ter­ri­to­ri­al apro­ba­da, su Decre­to Ley 33 y la Ley SSAN (artí­cu­lo 20) con­sti­tuy­en aho­ra los instru­ment­os que dis­po­nen los gobier­nos para impul­sar el des­ar­rol­lo local sos­teni­ble, y en par­ti­cu­lar el des­ar­rol­lo de Sis­te­mas Ali­men­ta­ri­os Loca­les, inclu­si­v­os y equi­ta­tivos, en línea con la Estra­te­gia de Des­ar­rol­lo Econó­mi­co y Social, los Obje­tivos de Des­ar­rol­lo Sos­teni­ble y la des­cen­tra­li­za­ción en el mar­co constitucional.

Es la hora y el tur­no del muni­ci­pio, del des­ar­rol­lo local y hacer rea­li­dad en cada ter­ri­to­rio sis­te­mas ali­men­ta­ri­os sos­teni­bles nece­si­ta de un cam­bio de visión de todos los acto­res que inter­vie­nen en dicho pro­ce­so, bajo la con­duc­ción de los gobier­nos loca­les y la par­ti­ci­pa­ción ciu­da­da­na, con énfa­sis en la juventud y las mujeres.

El gran desafío aho­ra es apoyar a los inten­den­tes con her­ra­mi­en­tas y recur­sos a for­mu­lar sus pla­nes de acción para sis­te­mas ali­men­ta­ri­os loca­les sober­anos y sos­teni­bles y lograr los recur­sos finan­cie­ros para implementarlos.

En moment­os com­ple­jos como los que atra­vie­sa la isla debi­do a la pan­de­mia de COVID-19, el con­flic­to ent­re Rusia y Ucra­nia, y el cam­bio climá­ti­co, la imple­ment­a­ción de esta Ley es una evi­den­cia de la vol­un­tad polí­ti­ca del país de seguir des­ar­rollan­do su sec­tor agro­ali­men­ta­rio de for­ma sos­teni­ble, garan­ti­zar la segu­ri­dad ali­men­ta­ria y mejo­rar la nut­ri­ción de las cuba­nas y cubanos.

*Mar­ce­lo Rosen­de es Repre­sen­tan­te de la FAO en Cuba